Hoy ha sido un día, difícil. No porque haya sucedido nada abrumador o contencioso, simplemente por que se han acumulado varias conjunciones que hacen y dan lugar al análisis, prácticamente de toda una vida. En el sentido literal y filosófico, ya que te enfrentas a situaciones sin retroceso. todo tiene solución, salvo la muerte, pero existen muchos otros motivos o sucesos que tampoco tienen solución, básicamente por la tozudez humana.
Estaba estos días en cartas de ida y vuelta con el pasado, reconciliando un mundo paralelo sin sentido que el como todo lo demás, el tiempo se encarga de ablandar y sosegar, devolviendo o al menos intentando devolver el agua a sus cauces y mansedumbre habitual, cuando de repente te das cuenta de que los pasos dados para ello te abren los ojos al respecto de otros que debiste dar en otro río y que por no se sabe que influencias o consecuencias, ya se han tomado las medidas equivocadas y resulta muy complicado hacer volver las aguas a terrenos anteriores.
Parece un galimatías y puede que realmente lo sea, pero ahí va mi conjetura y explicación.
Entendemos fácilmente que alguien que tiene una enfermedad, sobretodo si se trata de un proceso tipificado dentro del ámbito psicológico o psiquiátrico, tenga y mantenga actitudes, ideas, propuestas, soluciones, argumentos, etc…; de difícil comprensión para la mayoría de lo que consideramos la norma social. Se le aplica el adecuado tratamiento y vuelve a la normalidad de pensamiento, actitud, soluciones, argumentos, etc…; y el mundo entero acepta y continua con la persona como si nada hubiera ocurrido. Dicho de otro modo, cuando alguien tiene una enfermedad no pierde los sentimientos de las personas de su entorno, por contra, recibirá mayor atención y expresión de esos sentimientos.
Cuando se trata de relaciones justificadas en los sentimientos, también existen actitudes, ideas, propuestas, soluciones, argumentos, etc…; pero los cambios que por diversos motivos o actitudes pueden producirse, muy por contra de ser los sentimientos los que consigan mantener la relación, o justifiquen terapias que pudieran resolverlo, simplemente se rompe la relación y resuelto. Poco importa que los sentimientos hayan sido fuertes e incluso sólidos y convincentes. No se dedica un tiempo a intentar resolver el problema. Simplemente, se rompe la relación y se genera un problema sentimental, que aceptamos como inevitable y listo.
Es como cuando vemos a alguien que se encuentra de baja médica, tomando plácidamente el sol en la playa. Nunca pensaremos que el tratamiento a su problema es precisamente ese, tomar el sol en la playa. Tan solo pensaremos que está de baja «por la cara», sin ni siquiera preguntarle. Nos basta verlo y ya está.
Cual sería nuestra reacción, si fuéramos capaces de preguntar o simplemente él nos dijera el motivo y diera explicación a su situación?.
Pues volviendo al comienzo de este post, algo parecido ha sucedido hoy. A través de comentarios mantenidos con el pasado, se despiertan y se obtienen respuestas a problemas del presente y ahora qué. Llegan, exactamente, con seis meses de retraso. Se ha superado la enfermedad, pero como componer de nuevo el vaso roto teniendo además la certeza de que es uno mismo quien tiene la absoluta responsabilidad de que se haya roto.
