La sombra de los árboles junto a un río, desvanecen el calor que se desprende en una tarde calurosa de otoño. El susurro del viento se mece y juega con tus mejillas, mientras un conjunto de sonidos llamados naturaleza acaricia tus cabellos, despertando tu sonrisa, cobijando tu mirada en mi mirada mientras aprovechas mi hombro como almohada para que mis besos te alcancen despacito, … muy despacito, tanto que se acompasan con la tarde, parando el tiempo hasta la lontananza de nuestro abrazo. Es soñar…, antes pude creer que sí, ahora con tu amor, es como me siento.
Por tu sonrisa, mi amor
por tus caricias, mis sueños
Por tu calor mis, anhelos
Por tu mirada…, yo no sé que dar por tu mirada.
Sentir tu voz, me estremece
Sentir tu olor, me quebranta
Sentir tu corazón, me embelesa
Sentir tu mirada…, yo no se que decir de tu mirada.
De tu pelo…, déjame que juegue con tu pelo
De tus manos…, déjame que tome yo tus manos
De tu cara…, déjame que sienta la sonrisa de tu cara
que me acoge, que me dice, que me calma, me sorprende y me relaja.
De tu mirada…, que daría yo por tener ya para siempre tu mirada.
