Vete de casa que nos contagias…

Estoy viendo un programa de TV, en el que vecinos de edificios, están intentando echar a otros vecinos, por «TENER TRABAJOS DE SANITARIOS O CAJEROS DE SUPERMERCADO«. Esto es una buena muestra de la falsa «humanidad» y falso «agradecimiento social» a todas las personas que en este momento, se están jugando la vida.

La situación, no deja de ser una expresión de lo que nuestra situación está creando en la sociedad, puesto que la forma en la que se muestra cada momento en los distintos informativos y redes sociales, no deja de expresar en cada momento, una situación clara y determinante de «estado de guerra«.

Los confinamientos con motivos epidemiológicos, tienen un claro sentido, evitar la transmisión infectiva, pero lo que observamos todos los días, es un ensañamiento persistente, derivado más de la «ENVIDIA NACIONAL«.

Sí, de forma constante vemos como se siguen haciendo programas, de televisión, en los que «informadores» salen a la calle, por supuesto con su cámara y el técnico de sonido, para realizar entrevistas y reportajes de situaciones, sin el mayor miramiento, además de todas las que se encuentran en el plató, que son muchas más de las que vemos en la cámara, entre técnicos y editores, y me pregunto, igual que muchos españoles: «realmente estos programas son esenciales«.

Frente a esta forma «ligera» de encierro y confinamiento, las noticias no cesan de exponer, la persecución que se está realizando para todas esas personas que «rompen» el confinamiento, policías, guardia civil, drones, helicópteros, y toda clase de artilugios para controlar la situación de confinamiento, pero en ningún momento se paran a dar una explicación lógica del porqué de tanta rigidez, ya que como se ha dicho hasta la saciedad, la confinación extrema no sirve, absolutamente de nada, si no se acompaña de los test diagnósticos.

Y pasan los días y los equipos de protección, pese a la insistencia en noticias que indican que ya están, se enfrentan a la realidad de que muchos profesionales siguen sin protección, las mascarillas no llegan a la población, no hay forma de obtener líquidos desinfectantes y seguimos teniendo que hacerlos caseros, esto es, seguimos como hace un mes, en la fase de «hágalo como usted pueda y sálvese si puede«.

En resumen, en este momento, la desinformación es tal, que creo que nadie sabe la realidad de lo que está pasando y nos descontrola de forma inquietante. Veo al Dr. Simón, de nuevo en la TV dando explicaciones y…, espere, un momento, pero no estaba confinado por haber dado positivo en COVID 19?, eso no supone que una vez dado el alta, debe mantener otros quince días de confinamiento preventivo…, buff……,; creo que voy a pensar en otra cosa, ah…, ya está, lo ha explicado, es que su contagio fué muy pequeño y muy birria…

Realmente, nunca he visto a un demagogo más creíble, es un auténtico vendedor de alfombras persas, y lo digo, por que es fácil observar como cada vez que da una explicación, su respuesta, lo mismo vale para el sí, como para el no, y además nos ofrece una ganga, pues entonces, nada, todos contentos.

Actualizada a fecha 14/04/2020

Creo que el confinamiento nos está acelerando la destrucción neuronal. Estos días, como no, se escuchan toda clase de ofertas de opinión para acometer la «vuelta a la normalidad«, y al igual que las muchas tonterías que estamos oyendo al respecto de como debemos llevar el confinamiento, con unas características que ronda un auténtico estado de guerra, en el que por lo prolongado de una situación, sin actuaciones paralelas, está consiguiendo que la propia sociedad, comience a auto destruirse.

No estamos saliendo del problema, pero ya estamos buscando soluciones a la forma de como volver a la normalidad, y como es lógico, las propuestas están basadas en tan bajo fundamento, como las que estamos viviendo respecto a la forma de tratar el tema que nos desborda. Una de ellas es la de enviar a todos los sanitarios, como premio a su labor, de viaje, …no gratuito, no, con un descuento del 30% y a Canarias…; increíble. Por un lado, a todas esas personas que se están dejando la piel y la vida, las pretenden echar de sus casas, «viva la solidaridad nacional«, y por otra, las mandan a recuperarse, a precio, eso si de INSERSO, a Canarias. Y yo me pregunto, como premio, o para seguir haciendo negocio con ellos?. Realmente la sociedad entiende que con un descuento del 30% se paga lo que están haciendo tantas personas, sanitarios, policía, guardia civil, bomberos, militares, cajeros, reponedores, transportistas, etc…; es realmente ruin y grotesco.

Por otro lado es adecuado como primera medida del des-confinamiento, romper lo conseguido con el aislamiento insular, no olvidemos que las islas españolas, tanto las Baleares, como las Canarias, han conseguido dinteles de contagio muy bajos en comparación a otras regiones y que los tráficos de personas, será precisamente lo último que se pueda restaurar, pero este tema es lo suficientemente importante como para dedicarle otra entrada.

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