A LA HUMANIDAD, DEBERÍA DE HABERLE BASTADO EL CONOCIMIENTO DE LA HISTORIA, PARA ALCANZAR SU FELICIDAD.

Desde la más tierna infancia de la Humanidad, pequeñas minorías han sometido a los Pueblos, en nombre de sus «verdades». Cada una de estas minorías ha hecho gala de su alegato; las ha habido que decían hacerlo por la gracia de Dios, otras en nombre de Dios y no faltan las que, ya en el colmo de su vanidad, han llegado a considerarse, hasta descendientes de los dioses; otros lo han hecho desde la razón de la fuerza, o desde unos «salvadores» ideales, que habrían de redimir a los pueblos,…