La sombra de los árboles junto a un río, desvanecen el calor que se desprende en una tarde calurosa de otoño. El susurro del viento se mece y juega con tus mejillas, mientras un conjunto de sonidos llamados naturaleza acaricia tus cabellos, despertando tu sonrisa, cobijando tu mirada en mi mirada mientras aprovechas mi hombro como almohada para que mis besos te alcancen despacito, … muy despacito, tanto que se acompasan con la tarde, parando el tiempo hasta la lontananza de nuestro abrazo. Es soñar…, antes pude creer que sí,…
