Desde mi última publicación han pasado, probablemente demasiados días, pero la situación que estamos viviendo no es normal, y por ello son demasiadas las sensaciones, desahogos y otras minucias que se van acumulando en las que existe un denominador común gobernado por la inquietud y la desesperanza de tanta gente afectada, con la persecución permanente de la «espada de Damocles», de no ser tú el próximo. Pero en esa constante incertidumbre, poco a poco, muy poco a poco se van abriendo grietas de esperanza, que cuesta, pero del mismo modo,…
