Ciertamente resulta sorprendente como pasa el tiempo y por fin llega lo esperado, el alta médica del hospital. El momento, resulta algo agridulce, pues se mezclan distintas sensaciones que van desde la incomprensión de todo lo sucedido, hasta la satisfacción por no haber sido más que eso y no más. No es fácil adaptar la nueva vida, cuando realmente llevas en tu cuerpo más de veinticinco puntos, y la evidencia de que no todos ellos han cerrado, lo que hace que la herida quirúrgica, siga refluyendo y la mente se…
Categoría: Mi hospital
Y estancia para largo
El resultado final, siempre suele ser el mismo, después de tanto despropósito, te enfrentas además al caos. Puede sonar estrepitoso y exagerado, pero como se puede determinar una situación en la que un grupo de profesionales, inferior en número a los que serían necesarios trabaja por resolver los problemas de los pacientes con unos medios y recursos totalmente imitados por la probable negligencia y mala gestión en la organización de los mismos?.
De nuevo al quirófano
La mayoría de las veces, pese a que la estadística diga lo contrario, la ley de Moorphy se confirma y esta vez no podía ser menos. De nuevo al hospital. La pregunta entonces es, «ehhh, porqué?», pues por una simbiosis de circunstancias todas ellas conjugadas por el propio interés de una amabilidad corporativa que hace que nos saltemos los protocolos que funcionan y como consecuencia de ello, pues, a componer lo descompuesto de nuevo.
Hablando de la limpieza
Comenzaré por decir que, al menos inicialmente, la limpieza en general habría que dividirla en dos aspectos muy distintos, con los correspondientes, que no coincidentes, aplausos y críticas. De un lado está la limpieza general del establecimiento en sí, que al menos es este caso está derivado a una sub-contrata a una empresa exterior, y la limpieza propia del propio paciente y la relativa al mismo, encomendada al personal del hospital. Un punto inicial que debe destacarse es que al menos en principo, son dos limpiezas que deberían ir coordinadas,…
Una intervención anunciada
Llevo años esperando una intervención, anunciada que por la baja importancia que suponía para la salud, quedaba siempre pendiente de una mejor ocasión, por aquello de que, «bueno, cuando te tengamos que intervenir de otra cosa, de paso te quitamos esto». Y así hemos dejado pasar el tiempo, hasta que el crecimiento de esa «tontería» se hizo insostenible y se convirtió en algo de tal tamaño que hacia que todo el paquete vascular de la pierna se viera implicado, con efectos nada deseables para la circulación de retorno. El caso…
