¡¡¡ Pero…,que es el franquismo…!!!

Resultado de imagen de francisco francoEsta mañana he podido ver y escuchar, la poco sagaz entrevista que hacían a Francisco Franco, nieto, en la televisión. Resultaba penoso ver como desmontaban una a una, las supuestas inquisitorias preguntas y con fáciles respuestas, que desmontaban una a una, cada dardo lanzado por una entrevista realizada bajo la perspectiva de una profesional que muy probablemente haya nacido cuando el dictador ya había muerto y claro, el entrevistado, que sabía de que hablaba cuando lo hacía de su abuelo, dejó atónita a la presentadora cuando le preguntó: «pero…, que es el franquismo», y la única respuesta fué: «yo no estoy aquí para responder».

Esa escena me ha traído a la mente numerosas cuestiones, evocando la distancia de aquellos tiempos y lo cercanos que hoy día se siguen viendo, cuando deberían estar tan solo en nuestro recuerdo. Recuerdo lejano y dañino, pero recuerdo. De esos que la mente desea olvidar pero que pese a todo existen gentes que se empeñan en no dejarnos o podamos hacerlo. Y recuerdas y vienen a la mente, cientos de escenas de aquellos momentos, que obviamente no pueden estar en la mente de estos «pipiolos» que pretenden recordar y arrogarse un anti-franquismo que resulta en algunos momentos hasta insultante para aquellos que lo vivimos y lo recordamos, ellos solo lo recuerdan por referencias contadas y eso nunca es bueno, puesto que en la feria, cada uno cuenta la historia según como le haya ido.

Pero lo malo no es eso, lo malo es que ademas, no han estudiado. La mayoría de los comunicadores que actúan el las televisiones y las radios de la actualidad, no han hecho los deberes y eso les lleva a no tener respuesta adecuadas a respuestas rápidas e inesperadas (valga la redundancia).

En la España de los años franquistas, como ya se sabe, se vivió una vida llena de penurias los primeros años, al igual que en cualquier país que tiene una guerra civil, pasando a una época en la que, como algunos decían, «se empezó a comer», aunque eso fué mas un tema de las ciudades y se llego a unos años en los que cierta abundancia relativa, nos dejó la mente en blanco para determinadas cuestiones o más bien, se la dejó a los españoles que habían participado realmente en la contienda. Recuerdo que mi madre, que por cuestiones que no vienen al caso, comenzó la guerra siendo una quinceañera en la denominada zona roja (Barcelona), la terminó en la zona nacional y contaba su historia, repleta de horrores que habían afectado a sus propios hermanos dispersos en ambos bandos y con distintos resultados, pero realmente eso fué la posguerra?, su post-guerra duró toda su vida y murió con 92 años, y seguía manteniendo el miedo a hablar de política, no solo por teléfono que la asustaba sobremanera, sino incluso en entorno familiar.

Franco y Hitler en Hendaya

Esa era la España de verdad, pero no la vivió nadie de los que hoy escucho, porque de forma conjunta a la que vivía el pueblo sencillo, o lo que se ha venido en denominar clase media, existía una clase alta, que seguía en los mismos sitios que habían ocupado durante los años en los que el Jefe del Estado fué Franco. Si, se asumieron algunas cosas en la denominada «transición», pues resultaba muy difícil enfrentarse al resto del mundo, que había tomado, sentidos al menos aparentemente, democráticos, con un único partido. Hubiera resultado incomodo e inaceptable y ahí es donde se decidió debía asumirse la incorporación de otros que pudieran abarcar un cierto ángulo disperso de ideario político. Pero entonces, donde iban a quedar todos aquellos que habían dominado hasta ese momento?, y de forma ordenada pero con el poder que dá el estar en el mando, se fueron asumiendo entradas en el reparto de ideas, siempre que fueran, cuando menos cautelosas.

Ramón Serrano Suñer, Francisco Franco y Benito Mussolini en Bordighera, en febrero de 1941

Y ahora que?…, Pasaron los años, pero no las ideas y la España de los años 20 del siglo XX, vuelve a resurgir y ahora tenemos una escusa más para derivar atenciones. Se decía que Franco, cuando tenía o temía problemas en las calles, programaba un buen partido de fútbol o una corrida de toros por televisión, pero no veo que ahora seamos diferentes. Cuando no se tiene nada que hace, buscamos temas en los que derivar la cólera fácil del incauto ciudadano, que tan solo desea vivir, hasta tal punto que deja que sea «con lo que le quede». El desentierro de Franco se ha convertido en la corrida de toros de hoy día. El momento actual me recuerda a un viejo chiste que contaba que un ciudadano se acercaba a un ministerio por la tarde y el ujier le preguntaba, que desea,…quería presentar un documento…, lo siento, el ministerio está cerrado, …ah, que por la tarde no trabajan, no?…, …no, cuando no trabajan es por la mañana, por la tarde es que no vienen.

Agosto deja poco margen para resolver los problemas del paro, la sanidad, las pensiones, los emigrantes, etc…, y hay que poner «corridas de toros» por la tele y que conste que no seré yo quien defienda que deban seguir los restos de Franco en el Valle de los Caídos, ya que ni fué caído ni él mismo deseó que sus restos estuvieran allí, pero hacer de esto un tema crucial y de urgencia en este momento, no denota más que la clara necesidad de llenar los telediarios con noticias con cierto interès, pero de ninguna importancia para el ciudadano medio. No obstante de ese modo, justifican que aún estando de vacaciones se trabaja. A ver si resulta que Franco era más conciliador de lo que «LOS FRANQUISTAS» le han dejado.

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