Periódicamente me gusta pasear por Loro Parque y ver de cerca la inmensa labor que se está realizando por decenas de personas que ponen su entusiasmo cada día, para conseguir devolver a la naturaleza algo de lo mucho y bello que nos ha dado, a través del cuidado de sus especies animales y su flora tropical.
El Loro Parque fue creado en 1970 por los alemanes Wolfgang Kiessling y su padre. El 17 de diciembre de 1972 el parque abrió oficialmente sus puertas al público. En sus inicios disponía de una superficie de unos 13.000 m² en las que se reproducía el hábitat natural de los animales, más de 150 papagayos y el primer espectáculo de loros de Europa. En la actualidad la extensión del es de 135.000 m². Desde su inauguración, Loro Parque ha recibido casi 50 millones de visitantes.
Loro Parque ha vuelto a ser reconocido, por segundo año consecutivo, como MEJOR ZOOLÓGICO DEL MUNDO según el prestigioso portal de viajes TripAdvisor, que le ha otorgado el premio ‘Travellers’ Choice 2018′.
Un año más, las evaluaciones independientes de los usuarios de la plataforma que han visitado las instalaciones han confirmado que no hay otro parque mejor que este en todo el planeta.
El zoológico portuense cuenta con un elaborado programa de ciencia, educación y conservación, que se ejecuta desde el año 1994 a través de Loro Parque Fundación y que ha destinado más de 19 millones de dólares, de forma directa, al desarrollo de programas de conservación dentro y fuera de sus instalaciones. Este reconocimiento coincide, precisamente, con el traslado de seis ejemplares de Guacamayo de Lear -una de las nueve especies de loros que la Fundación ha logrado salvar de la extinción- a Brasil para su re-inserción en el medio natural, lo que se considera todo un éxito de conservación.
En 2018, Loro Parque implementó una estrategia para la eliminación del plástico de un solo uso de sus instalaciones. La estrategia incluye la sustitución de botellas de agua de plástico de un solo uso por otras biodegradables.
Loro Parque y Poema del Mar trabajan con la Comisión Europea y con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en la puesta en marcha de una coalición de acuarios que luche contra la contaminación plástica de los océanos. Esta coalición planea modificar sus políticas permanentemente con el fin de erradicar todos los artículos de plástico de un solo uso de sus instalaciones.
