Cualquier principiante de epidemiología o prevención sabe, que cuando una población se encuentra con un problema de dispersión infectiva, lo más importante no está en sanar a los infectados enfermos, sino en detectar los infectados contagiados. Es tan simple como eso. Y cuando la pandemia es tan agresiva, que incluso ni siquiera disponemos de medios farmacológicos para evitarla o tratarla, esa afirmación, se convierte en algo prioritario y esencial, puesto que el aislamiento de estas personas, para evitar que contagien a otros la enfermedad está por encima del propio tratamiento.…
