Ninguna generación en todos los tiempos pudo contemplar una situación similar a la que la pandemia del COVIR19 ha producido en todo el mundo, precisamente este mismo aserto, puede justificar los muchos errores que se han venido cometiendo por parte de todas y cada una de las instituciones, al igual que por todas y cada una de las profesiones.
El mundo se ha vuelto loco…
Cualquiera que eche un vistazo al mapa mundial de distribución del COVIR19, podría pensar que el mundo se ha vuelto loco, pero lo cierto es que, sin saberlo, sin preverlo, una situación como está, debería haber sido prevista por los sociólogos.

No se piense que estoy pensando en culpabilidades. No. Estoy pensando en las condiciones que el mundo lleva varias décadas intentando sostener, con los criterios que la sociedad había mantenido, prácticamente desde el final del siglo XIX y que a duras penas pudimos contener, en sus distintas formas de expresión durante el siglo XX y que como pasa en todas y cada una de las circunstancias de la vida, llega a su momento crucial en el que cualquier pequeño proceso o detalle, provoca un estallido que nos sorprende por su inusual justificación y por la magnitud de la que pocas veces somo realmente conscientes.

Y sin tratamiento específico
El coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2)2 es un tipo de coronavirus causante de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
El genoma del virus está formado por una sola cadena de ARN, (ARN monocatenario positivo).
El mundo, en los cuatro últimos siglos ha evolucionado de tal modo, que las sociedades que en cada momento poblaban la superficie del globo terráqueo, adecuaban a sus propias proporcionalidades. La situación actual se encuentra tan distante de las que la población del siglo XVII ó XVIII tuvieron que resulta difícil acometer cualquier situación anómala por muy buena intención que se tenga. A nivel sanitario, las poblaciones se diezmaban hasta principios del siglo XX, a causa de las infecciones y parásitos, y solo la aportación del Dr. Fleming pudo dar la solución adecuada al problema. Pero la sociedad, una vez contenida la amenaza, no buscó en la investigación continuada la solución a otros problemas.
Realmente alguien piensa que las bacterias no existían antes del siglo XVIII, o que por el mismo razonamiento, no existía el cáncer o los virus, …!!! no. La tierra cuenta con ellos desde siempre, y diezmaron poblaciones durante siglos, otra cuestión es que no se identificaran como causantes de tantas muertes, pero solo nos acordamos de Santa Rita, cuando llueve.
Durante siglos la tierra de circunscribía a entornos muy claros y determinados por la vieja Europa de un lado y la milenaria China por el lado asiático, pero estas dos civilizaciones, no necesitaban de la otra, salvo por el comercio. Los estilos de vida, siempre fueron distintos, al igual que las necesidades. La opulencia oriental, siempre se contuvo en el interior de sus palacios o casas, o dicho de otro modo en su entorno personal. Cuando viajas y ves las costumbres orientales, ya incluso en el oriente próximo, se puede ver sin lugar a dudas esa circunstancia. Los monumentos públicos son de una opulencia exagerada, mientras que los edificios y casas privados, nunca dan pábulo de lo que podría observarse en su interior. La sobriedad es la línea general.
Distribución Muldial de afectados
Datos aportados por el Wikipedia a fecha 03/04/2020, actualizado cada 30 minutos.

El mundo occidental siempre fué lo contrario. Con distintos matices, pero la cultura romana dejó una impronta determinante al modo de vida, con demasiados estereotipos que han marcado épocas y sociedades, pero siempre con la idea de la demostración como paradigma social. Quizás ahora podamos entender, las diferencias culturales que hasta ahora nos parecían «raras», por no coincidir con las nuestras, como por ejemplo nos llamaba la atención la falta de contacto físico que se observa en las culturas orientales, a la hora del saludo, incluso entre familiares,frente a lo que nosotros apreciamos como «valor» social, al estrecharnos la mano, darnos abrazos, besos indiscriminados, etc…
Ahora nos ha llegado una situación que ha puesto en evidencia, todo el sistema, incluso el de nuestros propios profesionales sanitarios, que soportan en muchas ocasiones situaciones de descontrol, pero que habría de valorarse también, la falta de información de que disponen, e incluso de formación.
Oigo las noticias y comentarios que los medios enumeran y no puedo remediar el sentimiento de tan baja calidad en la información, pero lo peor de todo es que incluso las líneas editoriales de los puntos de información profesional, también son fuente de información, «conducida» por las recogidas en los medios públicos en general, por lo que los profesionales mismo, tienen auténticas situaciones de compromiso moral y pensamientos controvertidos frente a sus propias opiniones profesionales.
….continuará
